El pasado sábado pude disfrutar de la gran exposición que organizó el programa más famoso sobre temas paranormales de Cuatro, Cuarto Milenio. Eso sí, tuve que esperar tres largas horas en la interminable cola que daba casi la vuelta a la manzana donde se hallaba la exposición, el Colegio de Arquitectos de Madrid, en la calle Hortaleza 63. Una vez dentro pude contemplar más de un centenar de reproducciones realizadas por el artista Juan Villa, con el que tuve el placer de intercambiar unas palabras como escultor que soy sobre técnicas, materiales y curiosidades de las obras allí expuestas, y que forman parte de las historias contadas en los cientos de programas realizados en ocho temporadas ininterrupidas en antena. En la exposición se podían ver copias de esculturas famosas, objetos misteriosos, extraterrestres, el Yeti a tamaño natural, una maqueta del Titanic, etc. Estaba dividida en varias zonas determinadas, como son casos extraños, la morgue, vampiros, la vida y la muerte, y una muy de moda, los mayas y su predicción del fin del mundo el día 21 de diciembre. Desgraciadamente no pude ver al presentador de dicho programa, Iker Jiménez, que llegaría después, pero él mismo estuvo guiando a los visitantes el día de la inauguración. Creo que ha sido una gran idea del programa, y sin duda alguna todo un éxito de afluencia de público que como yo, hicieron cola durante varias horas para dejarse sorprender por esta ya familiar Nave del Misterio.
El pasado sábado pude disfrutar de la gran exposición que organizó el programa más famoso sobre temas paranormales de Cuatro, Cuarto Milenio. Eso sí, tuve que esperar tres largas horas en la interminable cola que daba casi la vuelta a la manzana donde se hallaba la exposición, el Colegio de Arquitectos de Madrid, en la calle Hortaleza 63. Una vez dentro pude contemplar más de un centenar de reproducciones realizadas por el artista Juan Villa, con el que tuve el placer de intercambiar unas palabras como escultor que soy sobre técnicas, materiales y curiosidades de las obras allí expuestas, y que forman parte de las historias contadas en los cientos de programas realizados en ocho temporadas ininterrupidas en antena. En la exposición se podían ver copias de esculturas famosas, objetos misteriosos, extraterrestres, el Yeti a tamaño natural, una maqueta del Titanic, etc. Estaba dividida en varias zonas determinadas, como son casos extraños, la morgue, vampiros, la vida y la muerte, y una muy de moda, los mayas y su predicción del fin del mundo el día 21 de diciembre. Desgraciadamente no pude ver al presentador de dicho programa, Iker Jiménez, que llegaría después, pero él mismo estuvo guiando a los visitantes el día de la inauguración. Creo que ha sido una gran idea del programa, y sin duda alguna todo un éxito de afluencia de público que como yo, hicieron cola durante varias horas para dejarse sorprender por esta ya familiar Nave del Misterio.
